De momento no existe un tratamiento higienizante adecuado para los químicos y microorganismos patógenos que nos podemos encontrar en las heces o en los restos biológicos tales como sangre, mocos u orina.

La fracción orgánica tiene como objetivo convertirse en abono o compost para su uso en agricultura.

Con el fin de asegurar una calidad idónea de ese compost, y evitar posibles enfermedades causadas por patógenos que puedan afectar a las plantas o incluso al consumidor final, se deben eliminar desde el origen las posibles fuentes de esos patógenos.